Y tiempo es lo que menos tengo.
domingo, 17 de mayo de 2009
Se me ocurrió que si el mundo se está acabando vas a haber muchas cosas que no voy a conocer...
viernes, 20 de marzo de 2009
jueves, 19 de marzo de 2009
Él no me olvida
CREER ES FACIL CUANDO VES, Y CUANDO TODO MARCHA BIEN
ES TAN DISTINTO INTENTAR MIRAR DESDE EL SUELO, CUANDO EN EL FONDO ESTÁS.
ALGUNOS DICEN "NO PODRÁS, YA NO LO INTENTES MÁS"
YO ESPERO FIRME Y SE QUE ÉL RESPONDERÁ.
ES TAN DISTINTO INTENTAR MIRAR DESDE EL SUELO, CUANDO EN EL FONDO ESTÁS.
ALGUNOS DICEN "NO PODRÁS, YA NO LO INTENTES MÁS"
YO ESPERO FIRME Y SE QUE ÉL RESPONDERÁ.
jueves, 12 de marzo de 2009
Atardece de nuevo y un día más ciudades diferentes
nos enseñan sucesivos ocasos.
Mañana volveremos a encontrarnos,
pero hoy, ¿cómo hablarte de las horas que vendrán
y otra vez no serán nuestras?
Está tendido el horizonte y la penumbra se despliega.
Dentro de poco llegará el momento
en que todo se detiene y cada cual,
por su cuenta, cierra los ojos y muerde los labios.
Con todo, ¿dejaremos que esto sea algo amargo y terrible,
que el resto pierda su dulzura
como un durazno al caer y pudrirse en el suelo?
Asuntos que el atardecer diluye para así llenar su copa
o abrir una segunda luz, un camino,
capaz de orientarnos hacia la irisación de otra mañana.
Mañana haría un mes, y ella ya no está... aunque está más presente que nunca antes. Y yo me pregunto el por qué de muchas cosas... yo ya entendí que para muchas cosas no hay explicación o un por qué valedero para los humanos; pero lo que más me inquieta es el accionar de algunos, es la manipulación, la mentira, la especulación, la hipocrecía, la cretinidad... cómo una persona cambia tanto de parecer y pasa del duelo a la especulación sin frenos, corriendo tras el bien propio y no por la memoria de quien fue el ser amado; aprovechando un hecho tan doliente para recibir beneficios sucios.. ¿como alguien que amaba a ese ser puede eso hacer?¿hasta ese punto?... Son espantosos los momentos últimos, de acusaciones que hasta el mismo acusador sabe por mentiras, especulaciones frías, hipocresía... Pero son permitidos por quien todo lo sabe, el UNICO Dios todopoderoso, Él sabe los porqués que no podríamos entender...
lunes, 9 de marzo de 2009
domingo, 22 de febrero de 2009
viernes, 20 de febrero de 2009
UH.
Me gustaría desahogarme en este momento, pero no son palabras las que tengo adentro...
No siento ganas de escribir, aunque muero por hacerlo al mismo tiempo.
Tengo ganas de salir, aunque también ahora, estoy prefiriendo el encierro.
Quiero cantar gritando, pero no tengo ganas de abrir mi boca y emitir sonido alguno.
Todo esto, esta empezando a afectar mis emociones y mi ánimo, mis fuerzas y mis ganas, y lo siento tan claro y profundo... y no se cómo evitarlo.
NO LO SÉ.
No siento ganas de escribir, aunque muero por hacerlo al mismo tiempo.
Tengo ganas de salir, aunque también ahora, estoy prefiriendo el encierro.
Quiero cantar gritando, pero no tengo ganas de abrir mi boca y emitir sonido alguno.
Todo esto, esta empezando a afectar mis emociones y mi ánimo, mis fuerzas y mis ganas, y lo siento tan claro y profundo... y no se cómo evitarlo.
NO LO SÉ.
lunes, 9 de febrero de 2009
TÚ me salvaste
S.O.S, he tocado fondo
y no se como salir de este abismo,
tengo el alma destrozada,
siento que no puedo seguir,
estoy perdido.
Tú me salvaste del infierno,
volví a nacer cuando no creía en nada,
volví a creer, sanarás mi pesar,
tu amor lo va a vencer,
me salvaste del infierno.
Alterados mis sentidos,
no recuerdo qué es reír,
no soy el mismo,
deprimido, confundido,
no quedan ganas de vivir,
por qué Dios mío.
Tú me salvaste del infierno,
volví a nacer, cuando no creía en nada,
volví a creer, sanarás mi pesar,
tu amor lo va a vencer.
Me salvaste del infierno.
Gracias por llegar a mí,
gracias por estar aquí,
yo juré que era mi fin,
gracias por amarme así,
gracias por estar aquí,
no se qué haría sin ti.
Tú me salvaste del infierno,
volví a nacer, cuando no creía en nadie,
me hiciste creer, sanarás mis pesar,
tu amor lo va a vencer,
me salvaste del infierno.
Sólo tú puedes salvarme.
Tú me salvaste del infierno,
volví a nacer, cuando no creía en nada,
volví a creer, sanarás mi pesar,
tu amor lo va a vencer,
me salvaste del infierno.
jueves, 5 de febrero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
miércoles, 28 de enero de 2009
Profecía
Me lo dijeron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes...
Y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera, en mi caso,
se hubiera echado a llorar;
yo, cruzándome de brazos,
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro,
ni de enredarme a maldiciones,
ni de apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.
¿Que te has casado? ¡Buena suerte!
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi madre
que no te guardo rencor.
Porque sin ser tu marido
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy quien más te ha querido:
¡con eso tienes bastante!
-- ¿Qué tiene el niño, Malena?
Anda como trastornado;
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropas
ubiéndose a coger nidos.
¿No te parece a ti extraño?
¿No es una cosa muy rara
que un chaval con doce años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo,
y estás demasiado tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigila, mujer, vigila...
Y fueron dos centinelas
los ojillos de mi madre.
-- Cuando sale de la escuela
se va pa los olivares.
-- ¿Y qué busca allí?
-- Una niña:
tendrá el mismo tiempo que él.
José Miguel no le riñas,
que está empezando a querer.
Mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos,
y a mí, un pantalón de hombre.
Yo no te dije "te adoro",
pero amarré a tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensados
cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
-- Voy a misa con mis primos.
-- Bueno; te veré en la ermita.
¡Y qué serios nos pusimos
al darnos agua bendita!
as, luego, en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
dice mi tí Rosario
que la cigüeña es sagrá...
Y el colorín y la fuente,
y las flores, y el rocío,
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río.
Y el bronce de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella raya lejana
que le llaman horizonte.
¡Todo es sagrao! Tierra y cielo,
porque todo lo hizo Dios.
-- ¿Qué te gusta más?
-- Tu pelo.
¡Qué bonito le salió!
Pues, y tu boca,
y tus brazos,y tus manos redonditas,
y tus pies, fingiendo el paso
de las palomas zuritas.
Con la blancura de un copo
de nieve te comparé.
Te revestí de piropos
de la cabeza a los pies.
A la vuelta te hice un ramo
de pitiminí precioso,
y luego nos retratamos
en el agüita del pozo.
Y hablando de estas pamplinas
que inventan las criaturas,
llegamos hasta la esquina
cogidos de la cintura.
Yo te pregunté:
-- ¿En qué piensas?
Tú dijiste:
-- En darte un beso.
Y yo sentí una vergüenza
que me caló hasta los huesos.
De noche, muertos de luna,
nos vimos en la ventana.
-- Mi hermanito está en la cuna;
le estoy cantando la nana.
"Quítate de la esquina,
chiquito loco,
que mi padre no te quiere
ni yo tampoco".
Y mientras que tú cantabas,
yo inocente, me pensé
que la nana nos casaba
como a marido y mujer.
¡Pamplinas, figuraciones
que se inventan los chavales!
Después la vida se impone:
tanto tienes, tanto vales...
Por eso yo, al enterarme
que estabas un mes casá,
no dije que iba a matarme
sino... ¡que me daba igual!
Mas, como es rico tu dueño,
te brindo esta profecía;
tú, cada noche, entre sueños,
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que tu boca me besó
y te llamarás ¡cobarde!
como te lo llamo yo.
Y verás, sueña, que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó una cigüeña
mi corazón en el pico...
Pensarás: No es cierto nada;
yo sé que lo estoy soñando.
Pero allá a la madrugada
te despertarás llorando
por el que no es tu marído
ni tu novio, ni tu amante,
sino... ¡el que más te ha querído!
¡Con eso tienes bastante!
las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes...
Y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera, en mi caso,
se hubiera echado a llorar;
yo, cruzándome de brazos,
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro,
ni de enredarme a maldiciones,
ni de apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.
¿Que te has casado? ¡Buena suerte!
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi madre
que no te guardo rencor.
Porque sin ser tu marido
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy quien más te ha querido:
¡con eso tienes bastante!
-- ¿Qué tiene el niño, Malena?
Anda como trastornado;
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropas
ubiéndose a coger nidos.
¿No te parece a ti extraño?
¿No es una cosa muy rara
que un chaval con doce años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo,
y estás demasiado tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigila, mujer, vigila...
Y fueron dos centinelas
los ojillos de mi madre.
-- Cuando sale de la escuela
se va pa los olivares.
-- ¿Y qué busca allí?
-- Una niña:
tendrá el mismo tiempo que él.
José Miguel no le riñas,
que está empezando a querer.
Mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos,
y a mí, un pantalón de hombre.
Yo no te dije "te adoro",
pero amarré a tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensados
cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
-- Voy a misa con mis primos.
-- Bueno; te veré en la ermita.
¡Y qué serios nos pusimos
al darnos agua bendita!
as, luego, en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
dice mi tí Rosario
que la cigüeña es sagrá...
Y el colorín y la fuente,
y las flores, y el rocío,
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río.
Y el bronce de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella raya lejana
que le llaman horizonte.
¡Todo es sagrao! Tierra y cielo,
porque todo lo hizo Dios.
-- ¿Qué te gusta más?
-- Tu pelo.
¡Qué bonito le salió!
Pues, y tu boca,
y tus brazos,y tus manos redonditas,
y tus pies, fingiendo el paso
de las palomas zuritas.
Con la blancura de un copo
de nieve te comparé.
Te revestí de piropos
de la cabeza a los pies.
A la vuelta te hice un ramo
de pitiminí precioso,
y luego nos retratamos
en el agüita del pozo.
Y hablando de estas pamplinas
que inventan las criaturas,
llegamos hasta la esquina
cogidos de la cintura.
Yo te pregunté:
-- ¿En qué piensas?
Tú dijiste:
-- En darte un beso.
Y yo sentí una vergüenza
que me caló hasta los huesos.
De noche, muertos de luna,
nos vimos en la ventana.
-- Mi hermanito está en la cuna;
le estoy cantando la nana.
"Quítate de la esquina,
chiquito loco,
que mi padre no te quiere
ni yo tampoco".
Y mientras que tú cantabas,
yo inocente, me pensé
que la nana nos casaba
como a marido y mujer.
¡Pamplinas, figuraciones
que se inventan los chavales!
Después la vida se impone:
tanto tienes, tanto vales...
Por eso yo, al enterarme
que estabas un mes casá,
no dije que iba a matarme
sino... ¡que me daba igual!
Mas, como es rico tu dueño,
te brindo esta profecía;
tú, cada noche, entre sueños,
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que tu boca me besó
y te llamarás ¡cobarde!
como te lo llamo yo.
Y verás, sueña, que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó una cigüeña
mi corazón en el pico...
Pensarás: No es cierto nada;
yo sé que lo estoy soñando.
Pero allá a la madrugada
te despertarás llorando
por el que no es tu marído
ni tu novio, ni tu amante,
sino... ¡el que más te ha querído!
¡Con eso tienes bastante!
Rafael de León
Suscribirse a:
Entradas (Atom)